
Un reciente análisis, hecho en base a datos de la red Mapbiomas, asegura que en la Amazonía se deforestaron más de 88 millones de hectáreas de bosques en los últimos 39 años. Ésta superficie sería equivalente a la extensión territorial de Venezuela.
Es así que, en casi cuatro décadas, se perdió un 12,5 % de la cobertura vegetal. La mayoría de estos espacios fueron cedidos a la minería legal e ilegal -que se expandió un 1.000 %-, y a la industria agroganadera. Estos resultados pudieron ser comprobados gracias a la comparación de imágenes satelitales.
De acuerdo a ellos, los bosques inundables fueron los más afectados, con una reducción de 4,5 millones de hectáreas, lo que pone en serio peligro la abundancia y la diversidad biológica del ecosistema y la vida de quienes dependen de él.
Para este informe se tomó en cuenta un territorio de más de 8,4 millones de kilómetros cuadrados distribuidos entre los países mencionados y Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa.