
El concejal radical Pablo Daguerre clama por una intervención inmediata y a largo plazo en el cruce de la Ruta Nacional 3 y la ruta 3 vieja, un punto negro vial en Bahía Blanca que exige soluciones urgentes para evitar más tragedias anunciadas.
La sombra de la tragedia se cierne sobre el cruce de la Ruta Nacional 3 y la ruta 3 vieja en Bahía Blanca, un punto vial señalado por su alta peligrosidad y donde la combinación de tránsito de alta velocidad y la confluencia de vehículos pesados, automóviles y motocicletas crean un escenario de riesgo constante. Ante esta situación alarmante, el concejal radical del bloque Juntos, Pablo Daguerre, ha elevado un urgente pedido a Vialidad Nacional para que evalúe e implemente obras de infraestructura de manera inmediata y a mediano plazo.
«Es un cruce altamente peligroso donde normalmente hay tránsito de alta velocidad, y una combinación de vehículos pesados, automóviles, motocicletas; por lo cual es crucial reducir las posibilidades de colisiones frontales, laterales», advirtió el concejal Daguerre, describiendo la dinámica de un cruce que se ha convertido en sinónimo de accidentes y pérdidas irreparables.
Consciente de la necesidad de una solución integral, Daguerre propone «la construcción de una rotonda» como una alternativa a mediano plazo, una obra que permitiría ordenar el tránsito y reducir los puntos de conflicto. Sin embargo, el concejal enfatiza la urgencia de medidas paliativas inmediatas. «De manera urgente se requiere de una intervención en ese cruce, por lo cual Vialidad Nacional deberá estudiar la posibilidad de la colocación de radares preventivos, bandas sonoras, carteleria luminosa. No podemos tener un diseño vial anticuado», sentenció, instando a una modernización urgente de la señalización y los sistemas de control.
La crítica del concejal Daguerre se extiende a las soluciones implementadas previamente, calificándolas de insuficientes. «Es evidente que las tachas lumínicas que se colocaron no son suficientes», afirmó, dejando en claro que se necesitan medidas de mayor impacto para abordar la magnitud del peligro. Su mensaje final es un llamado directo a la responsabilidad de las autoridades: «No podemos permitir más muertes en las rutas, tiene que ser el objetivo de cualquier autoridad responsable de la infraestructura vial. Cada siniestro fatal es una tragedia evitable con planificación, inversión y voluntad política». La comunidad de Bahía Blanca espera una respuesta contundente y urgente para transformar este cruce de la muerte en una vía segura.