La salida de Adrian Newey es un duro golpe para Red Bull. Eso es innegable. El gurú de la aerodinámica de la F1 ha demostrado su valía no sólo en la escudería austriaca desde que llegara en 2006. Ahí está su espectacular currículum para refrendarlo (en Williams y McLaren también le tienen en un altar).
Así que esta salida es evidente que ha generado preocupación en las otras figuras clave de Red Bull. De hecho, todo el mundo está pendiente de qué va a hacer Max Verstappen. El neerlandés está siendo cortejado por Toto Wolff, pero el tricampeón mundial está haciendo caso omiso a los cantos de sirena del jefe de Mercedes.
