
Uno de los últimos deseos del Papa Francisco antes de su fallecimiento ha comenzado a hacerse realidad: su emblemático papamóvil será convertido en una clínica móvil pediátrica para asistir a los niños de Gaza, afectados por la guerra y la crisis humanitaria. La información fue confirmada por Vatican News, el medio oficial del Vaticano.
Durante sus últimos meses de vida, el pontífice mantuvo contacto estrecho con la iglesia local en Medio Oriente y encomendó a Caritas Jerusalén la concreción de este proyecto. El Papa dejó instrucciones precisas para que el vehículo que usó en incontables actos públicos fuese transformado en un símbolo de solidaridad concreta hacia la infancia palestina.
El anuncio llega en un contexto de extrema vulnerabilidad: Gaza atraviesa una situación crítica, con infraestructuras destruidas y un sistema de salud colapsado. Más de un millón de niños han sido desplazados, enfrentando hambre, enfermedades e infecciones prevenibles. En ese marco, la donación del papamóvil se convierte en un recurso vital y un mensaje de esperanza.
El vehículo está siendo adaptado para incluir equipamiento médico esencial como kits de diagnóstico, vacunas, herramientas de sutura y pruebas rápidas para detectar infecciones. La idea es que pueda desplazarse por diferentes zonas para brindar atención directa a la población infantil más necesitada.
“Este vehículo representa el amor y la cercanía que Su Santidad mostró hacia los más vulnerables durante la crisis”, expresó Anton Asfar, secretario general de Caritas Jerusalén. Desde la organización destacaron que este acto refleja el pensamiento profundo del Papa: “Los niños no son números, son historias, rostros, nombres. Cada uno es sagrado”. Ahora, esa visión se materializa en un gesto tangible de ayuda.

