
Un drama social se está viviendo en el barrio luego de que se anunciara el cierre del Centro de Formación Integral 1, una institución que brindaba talleres y formación pedagógica especializada a 84 alumnos con discapacidad.
La noticia ha generado consternación entre los padres y madres de los estudiantes, quienes se sienten abandonados por las autoridades educativas. El cierre, programado para el 1 de diciembre, dejará a estos jóvenes sin acceso a servicios esenciales como desayuno, almuerzo y merienda.
La propuesta alternativa ofrecida por las autoridades educativas, que consiste en trasladar las actividades a la Escuela San Roque y el jardín 925, ha sido rechazada por los padres debido a la falta de adaptación de los espacios para las necesidades de los estudiantes.
«Es inaceptable que no hayan encontrado una solución adecuada para nuestros hijos», manifestó Silvia González, madre de uno de los estudiantes. «Queremos garantizar la continuidad de la educación de nuestros hijos en un entorno adecuado.»
Hoy, los padres se reunirán con Julieta Conti, jefa Distrital de Educación, para buscar una solución. Sin embargo, hasta el momento no han obtenido respuestas del inspector jefe de Educación de Región 22, Claudio Martini.