Una de las historias de amor más icónicas y perdurables del rock argentino es la del Indio Solari y Virginia Mones Ruiz. Desde que se conocieron en el verano de 1981, este enigmático músico y su fiel compañera han compartido una vida juntos, enfrentando tanto los altos como los bajos de una carrera marcada por la música y el misterio. La pareja, que formalizó su relación en 1988, ha atravesado décadas de cambios, pero su vínculo se ha mantenido sólido, convirtiéndose en un ejemplo de amor y compañerismo en el mundo del espectáculo.
A lo largo de los años, Virginia ha mantenido una presencia constante en la vida del Indio, acompañándolo en cada etapa de su carrera, desde los días de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota hasta su trayectoria como solista con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. En varias ocasiones, el Indio ha expresado públicamente su amor y admiración por su esposa, destacando la importancia de su relación.
En una entrevista con La Nación en 2007, durante el lanzamiento del álbum “Porco Rex”, el Indio comentó sobre su conexión con Virginia: “Uno no vuelve virgen del amor, creo que debe haber una sola oportunidad de enamorarse, hablando de algo que va más allá de lo circunstancial. Cuando uno encuentra la necesidad de compartir la intimidad más profunda con una persona sin la cual la vida no tiene mucho sentido”.
La relación entre el Indio y Virginia ha sido un pilar en la vida del músico, y aunque su hijo Bruno ha crecido alejado de los reflectores, la familia mantiene un fuerte vínculo que se refleja en las pocas pero significativas publicaciones que comparten en las redes sociales. A pesar de la privacidad que rodea a Bruno, cada vez que el Indio o Virginia comparten una imagen o recuerdo de su familia, los fanáticos responden con entusiasmo y cariño, mostrando el afecto que sienten por esta emblemática familia del rock argentino.