
El desfinanciamiento educativo llega a un punto crítico en Argentina, impulsando a docentes de todo el país a movilizarse. La incertidumbre sobre dónde se gestan las políticas que ahogan la educación pública genera frustración y un llamado a la acción desesperado por parte de los gremios. ¿Ministerio de Economía, Casa Rosada o Embajada de EE. UU.? La pregunta de los educadores revela la profunda desorientación ante la falta de diálogo y las medidas que golpean directamente sus salarios y el futuro de la enseñanza.
La jornada de protesta nacional convocada por la CTERA se sintió con fuerza en todo el país, y Bahía Blanca no fue la excepción. Un grupo de docentes de Suteba La Celeste, facción referenciada con Roberto Baradel y oposición a la conducción local de la Multicolor, emprendió viaje hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para sumarse a la movilización frente al Ministerio de Economía, apuntando directamente a Luis «Toto» Caputo como responsable del ahogo financiero que sufre la educación.
Álvaro Urrutia, referente bahiense de Suteba La Celeste, dialogó con Radio Urbana en pleno viaje, describiendo la medida como una «jornada de movilización en toda la Provincia, sin llegar a ser un paro docente a nivel nacional». La indignación de Urrutia resonó en sus palabras al denunciar que «el Gobierno nacional renunció a la política», evidenciando la alarmante ausencia de diálogo y la opacidad en la toma de decisiones que afectan al sistema educativo. La incertidumbre sobre dónde se «digitan las políticas educativas» es tal que Urrutia planteó la posibilidad de que los reclamos deban dirigirse no solo al Ministerio de Economía, sino también a la Casa Rosada o, incluso, a la Embajada de Estados Unidos, una declaración que subraya la percepción de una injerencia externa en las decisiones nacionales.
La preocupación central de los docentes radica en el desfinanciamiento que atraviesa la Provincia de Buenos Aires, con la educación como una de las principales damnificadas. Urrutia no escatimó en críticas, señalando que «las y los trabajadores de la educación estamos siendo fuertemente maltratados». La eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que representaba aproximadamente el 10% del salario docente en Buenos Aires, ha sido un golpe devastador. «Es mucho lo que nos quitó este Gobierno nacional de un plumazo, robándonos un porcentaje del salario hace ya un año y medio; si se lo acumula durante 18 meses es mucho dinero, y nadie sabe para qué, pero vamos a seguir luchando para recuperarlo», enfatizó Urrutia, reflejando la magnitud del perjuicio económico y la determinación de los educadores.
Además del golpe salarial, Urrutia denunció un decreto reciente que «quita la paritaria nacional y limita el derecho a huelga», lo que agrava aún más la situación. A pesar del panorama «agobiante», el referente docente mostró resiliencia: «hemos pasado por momentos incluso peores y estamos preparados para salir victoriosos».
En un giro inesperado, Urrutia también se refirió al rechazo por parte de FEB y la conducción bahiense de SUTEBA al aumento del 10% ofrecido por el gobernador Axel Kicillof. Desconociendo los motivos detrás de esta postura y las internas sindicales, Urrutia criticó duramente el llamado a paro de SUTEBA en Bahía Blanca, calificándolo de «sin legalidad». Para el dirigente, esta acción genera un «doble prejuicio» al complicar a los docentes que adhieren por sufrir descuentos por su ilegalidad y al desviar el foco del reclamo principal hacia las políticas del gobierno de Milei. La división interna en el gremio docente, en medio de una crisis sin precedentes, añade una capa más de complejidad a la ya tensa situación.