
Hay un par que increíblemente siguen en actividad, jugando profesionalmente, como son Carlos Delfino a los 42 (en la segunda división italiana) y Rubén Wolkowyski a los 51 (con su hijo, Tomás, en la cuarta de España en el Salliver Fuengirola), pero el resto, si bien se mantiene bastante en formanjugando entre amigos o por momentos, nadie les quita la edad. “Por fuera estamos bastante bien, saludables, nos entrenamos para mantenernos, pero las rodillas, las caderas, los tobillos, tienen nuestra edad. Y con un largo recorrido…”, comentó Chapu Nocioni, el Gladiador, quien admitió que volvió a entrenarse basquetbolísticamente en el club Independiente de General Pico, ciudad donde reside, más allá del entrenamiento físico de cada día, una hora por jornada en la que mecha pesas, remo, bici y hasta pilates con su mujer. “Hoy me siento el antibásquet. Debo admitir que soy nulo, totalmente. Me doy cuenta que lo mío fue físico y algo de talento para adaptarme, con el tiempo, al juego y sus cambios”, analizó, intentando minimizarse ahora que se dedica ser analista de TV, especialmente en ESPN, justamente la cadena que acordó tener la transmisión oficial de este reencuentro.
Todos se estuvieron entrenando, incluso con planes especiales pedidos a preparadores físicos. Hasta cuentan que algunos se lo tomaron muy en serio. Dicen que uno pospuso un trabajo para hacer ese plan a rajatabla y hubo un par sufrieron molestias por acelerar en un entrenamiento fuerte. “Incluso te digo que hubo hermetismo en cómo se entrenaron. No todos contaron lo que hacían”, reveló uno de los olímpicos entre risas. “Al evento algunos se lo quieren tomar más tranqui y otros quieren ganar y dejar la mejor imagen posible. En el grupo hay cargadas y diferencias, desde eso hasta cómo van a armar los dos equipos que serán la base del partido”, admitió una fuente del entorno.
Por lo pronto, los campeones se separarán, además de por puestos, también por el estado físico y actualidad de cada uno. Es decir, que además de un base por lado (Pepe Sánchez, de 47 años, y el Puma Montecchia, de 52), por caso, seguramente Delfino estará en un equipo y Wolkowyski en el otro. Eso hace que Oberto (49) pueda ir al de Carlitos y Manu (47), se intuye, en el opuesto al de Delfino. Veremos dónde cae Hugo Sconochini, el de mayor edad (53), que hace 12 años se dedica al padel (jugó torneos y hoy es profe de máximo nivel en Italia) y hace tres meses volvió a agarrar la pelota naranja.
Y Herrmann, otro de los impecables, a los 45 años, con un físico tallado. Además, jugó profesionalmente hasta hace 4 años y en 2023 estuvo en el país (vive en Málaga, igual que Wolkowyski) jugando un Mundial de Maxibásquet, justamente representando a Unicaja de España. Metió 22 puntos en la final. Pepe juega casi que cada día en su centro de alto rendimiento de Bahía, con chicos, e incluso se dio el lujo de volver a jugar un partido de Liga Argentina, en enero de 2022, con Bahía Basket, su franquicia, sumando 12 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias.
Montecchia, fana de la pesca y piloto de drones, está menos en acción. Oberto está hecho un fana de la bici, igual que Manu. Meten entrenamientos de horas y kilómetros, juntos, en San Antonio. Pelota de básquet, lo justo y necesario, aunque Fabri ha subido entrenamiento con pelota a sus redes. Manu la agarra cuando hace de tutor de los jóvenes talentos de los Spurs y cuando comparte momentos con sus hijos mayores, Dante y Nicola, ambos de 14.
Scola fue uno de los últimos que se retiró, jugó los Juegos de Tokio 2021 con la Selección a los 41 años y dijo basta para empezar a transitar el rol de directivo, ahora puntualmente como CEO del Varese italiano, siempre con una mirada innovadora en la gestión y el juego. “Ahora intento ser Elon Musk, como antes intentaba ser Michael Jordan”. Así resumió el cambio de funciones en su vida quien nunca dejó de jugar, especialmente porque tiene cuatro hijos que respiran básquet, incluyo uno de ellos, Tomás (17), ya llegó a las selecciones formativas argentinas. Gaby Fernández, por último, está dedicado al tenis y a su empresa de trailers y casa rodantes.
Los que están radicados en el exterior ya empezaron a llegar al país. Wolkowyski se adelantó y está en Mardel porque falleció su amigo y contador, Rubén Molinaroli. Y Hugo disfruta en Cañada de Gómez, donde casi no volvió desde que se fue en 1989, con 18 años, como parte de la primera oleada de talentos argentinos que emigraron al Viejo Continente, a partir de la Ley Bosman. Sconochini hizo su gran carrera, como figura en Europa, y llegó un tanto tarde al seleccionado, en 1997, cuando ya tenía 26 y brillaba en Italia. Pero desde 1998 a 2004 fue parte esencial como capitán de aquel equipo que necesitaba un tutor experimentado. Llegó con lo justo a Atenas, con una lesión en un hombro, y se retiró del seleccionado tras colgarse la de oro. “Mi cuerpo me dijo basta y tenía que darle lugar a los que venían atrás”, contó desde Santa Fe, luego de un entrenamiento con su hijo Oliver (23, jugador), que viajó junto a Matilda (21), sus dos chicos que no pisaban el país desde muy pequeños.
El evento durará al menos dos horas porque hay mucho que incluir. Luego de un primer cuarto, en donde los campeones olímpicos se dividirán y se medirán en un probable 6 vs 6, comenzarán a desfilar invitados varios. En este rubro habrá de todo, empezando por algunos jugadores que formaron parte de la Generación Dorada, un concepto que va más allá de aquel equipo campeón olímpico. Estará Leandro Palladino, subcampeón mundial dos años antes en Indianápolis, por caso. Aunque no Lucas Victoriano, el otro de aquel equipo famoso, pese a que al equipo que dirige en la Liga Nacional, Instituto, no juega por esos días. Tampoco estarán otros, como Pancho Jasen, parte del recambio que tuvo el equipo olímpico en años sucesivos. Sí darán el presente tanto Yaca Kammerichs como Juan Gutiérrez, por caso, que llegaron más adelante al equipo.
Otros no podrán estar porque les avisaron demasiado tarde y ya tenían compromisos tomados, como Paolo Quinteros, valioso recambio, por caso, en el bronce olímpico de 2008. Tampoco estará Pablo Prigioni, uno de los mejores bases de la historia, el responsable de tomar la posta de la base -un puesto que tuvo linaje histórico en el seleccionado- cuando se retiró Pepe en 2006, no podrá estar porque acaba de arrancar la temporada de la NBA y él es asistente top de Minnesota Wolves.
Si estarán algunos consagrados de generaciones anteriores que empezaron a sentar las bases de lo que fue luego la GD, incluyendo a Ricardo González, el mítico campeón mundial de 1950. El único sobreviviente de aquel equipo por los resultados grandiosos que consiguió entre 1947 y 1954, hasta que la dictadura militar proscribió a 36 jugadores, en 1955, al declararlo “profesionales” por haber recibido regalos del estado nacional. El Negro cumplió 99 años en mayo y de hecho, para festejarlos, volvió al Luna Park, para recordar aquel título. El capitán de aquel campeón, que se encuentra física y mentalmente muy bien para la edad, llegará acompañado por su familia (“Lo estamos cuidando porque estuvo engripado”, contó Eva, su hija) y recibirá un caluroso homenaje de los campeones olímpicos. Una forma de tender un puente entre ambos hitos, que tuvieron 54 años de diferencia, pero muchas similitudes en la preparación, los equipos y los valores. De hecho, aquella camada es conocida como “la primera Generación Dorada” del básquet nacional.
En pleno también estará el staff olímpico de Atenas 2004, desde el maestro Rubén Magnano, que será el DT de uno de los equipos, hasta Fernando Duró, el coach del otro, pasando por el segundo asistente, Enrique Tolcachier, y terminando en el médico Horacio Pila y el PF Mario Mouche. Un cuerpo de avanzada para la época que le sacó el jugo máximo a aquel equipo, en todo sentido, desde lo físico hasta lo técnico, pasando por el scouting y la exigencia diaria.
También estarán, como invitados, Julio Lamas y Sergio Hernández, parte esencial del antes y el después, como entrenadores de un seleccionado que se mantuvo en la elite mundial durante una década y media. En cambio, no fue invitado Guillermo Vecchio, el DT que comenzó la genesis del proceso, en 1993, pero no tiene feeling con gran parte del equipo. Al partido lo dirigirán tres jueces de enorme trayectoria: Pablo Estévez, Fernando Sampietro y Alejandro Chiti.
El entretiempo estará repleto de momentos, como el homenaje al Negro González. Habrá espectáculo musical (con Coty) y un concurso de triples, con algunos campeones olímpicos, varios invitados y hasta una persona elegida del público. Siguiendo con las sorpresas habrá jugadoras actuales, como Mica González y Luciana Delabarba, varios deportistas que compartieron momentos con los campeones (Peque Pareto, Germán Chiaraviglio, Marcos Milinkovic, Nico Fernández Miranda, Chalo Longo y un par de Leonas), y artistas famosos que son amantes del básquet, como Duki, el cordobés Paulo Londra, Migue Granados -hará un streaming con Olga-, Coscu, Lucho Mellera – comediante-, y Luquita Rodríguez. También, como se dijo, habrá un momento para que los campeones jueguen con sus hijos, como Hugo con Oliver, Luis con los suyos, Gaby con su hija -Julia, jugadora de Ferro-, Leo con Pepo, el Colo con Tommy, entre otros.
Por lo pronto habrá reunión olímpica tras 20 años. Hace cinco años, cuando hubo un evento en el Museo de Tecnópolis, estuvieron 9 de los 12, faltaron Manu, Pepe y Luifa. Luego hubo varios cuando Ginóbili entró al Salón de la Fama en Estados Unidos en 2022 y antes, cuando se retiró, en 2018. También hubo varios en una juntada en Bahía Blanca y hace no tanto, en septiembre de 2022, en New York, con seis de ellos. Ahora será otra cosa, lo que siempre soñaron. Habrá asado el viernes a la noche, evento el sábado y el domingo partirán a Mendoza, casi que en un nuevo viaje de egresados de estos autodenominados “hermanos de camiseta”.