
Tres delincuentes armados interceptaron a la familia Baigorri en Holdich al 1600, ingresando por la fuerza al domicilio. El empresario Juan Baigorri debió recibir puntos tras ser agredido con la culata de un arma. Los asaltantes huyeron con un botín menor al exigido, pero dejaron a las víctimas con graves lesiones.
Una violenta entradera conmocionó anoche al Barrio Noroeste de Bahía Blanca, cuando una familia fue víctima de un brutal asalto en su domicilio de calle Holdich al 1600. El hecho, que ocurrió minutos antes de las 21:30, tuvo como blanco al empresario Juan Baigorri, propietario de una reconocida metalúrgica local, y su grupo familiar.
El calvario comenzó cuando la dueña de casa intentaba ingresar su vehículo. En ese momento, al menos tres delincuentes armados la abordaron por la fuerza, obligándola a ingresar a la vivienda. Una vez dentro, el asalto se tornó extremadamente violento, con los malvivientes exigiendo constantemente una suma de dinero que, según se comprobó, no estaba disponible en la propiedad.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que los delincuentes actuaron con suma agresividad, lo que sugiere que se trataba de un robo planificado contra un objetivo específico y de alto valor. Durante el atraco, el hijo del matrimonio fue golpeado, sufriendo una fuerte lesión en el codo. La violencia escaló cuando los asaltantes amenazaron al dueño de casa, apuntándolo en la cabeza y propinándole un culatazo con el arma, provocándole una herida cortante.
«Todo el tiempo exigían una suma de dinero que claramente no estaba en la casa», relató una fuente.

La huida abrupta y las graves secuelas
El violento suceso tuvo un final inesperado. En un momento clave, el delincuente que cumplía el rol de «campana» o vigilante externo, alertó al grupo de un posible peligro al escuchar ruidos en la puerta. Esta advertencia, que podría haber sido generada por un vecino o un patrullaje de rutina, precipitó la huida inmediata de los asaltantes.
Los ladrones se retiraron a toda velocidad en un vehículo Chevrolet Onix de color blanco. A pesar de la violencia ejercida y la específica exigencia de dinero, el botín final fue exiguo: se llevaron un reloj y una cantidad menor de dinero en efectivo.
La consecuencia más grave del asalto fue el impacto físico y psicológico en la familia. Los tres integrantes debieron ser trasladados de urgencia a un centro asistencial para recibir atención médica especializada. El empresario Juan Baigorri requirió varios puntos de sutura en la cabeza a causa del culatazo recibido, mientras que su hijo fue atendido por una seria lesión en el codo.
Este tipo de asaltos, conocidos como «entraderas», ha generado una creciente preocupación en el sector comercial y residencial de Bahía Blanca. La modalidad delictiva, que implica la intercepción de la víctima al momento de ingresar a su hogar y el uso de violencia extrema, apunta generalmente a domicilios previamente marcados. La policía y la Justicia trabajan en la identificación de los responsables y en la búsqueda del vehículo utilizado para el escape.
