
La Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) anunció la concreción de un paso fundamental en su estrategia de federalización y crecimiento patrimonial: la adquisición de un nuevo inmueble que funcionará como la delegación provincial en Bahía Blanca. Este logro marca un hito en la región, asegurando un espacio propio y permanente para la atención de los trabajadores rurales y estibadores del sur de la provincia de Buenos Aires.
La compra del edificio en la ciudad representa un avance significativo dentro del proyecto de la actual conducción del gremio de expandir y consolidar las sedes propias a lo largo y ancho del país. La iniciativa busca reemplazar la dependencia de alquileres por la tenencia de activos inmobiliarios, generando estabilidad financiera y mejorando la infraestructura de servicio para los afiliados.
Un paso estratégico para la federalización
Desde la conducción nacional del sindicato se destacó que esta adquisición es una demostración del compromiso con un «sindicato federal, cada vez más cerca de sus afiliadas y afiliados». Bahía Blanca, como centro neurálgico del sudoeste bonaerense, una región con una intensa actividad agropecuaria y agroindustrial, desempeña un rol clave en la estructura de UATRE. Contar con una sede propia y de mayor envergadura en este punto estratégico garantiza no solo la presencia territorial, sino también la capacidad operativa para gestionar las necesidades de una vasta zona productiva.
El sector agropecuario, esencial para la economía argentina, demanda una constante presencia sindical en temas de registración laboral, inspecciones, y acceso a los beneficios de la Obra Social de los Trabajadores Rurales y Estibadores de la República Argentina (OSPRERA), la cual está intrínsecamente ligada a la gestión de UATRE.
Mejor atención y patrimonio consolidado
El nuevo espacio en Bahía Blanca tiene como objetivo principal «brindar una mejor atención a las trabajadoras y los trabajadores rurales de la región». La mudanza a un inmueble adquirido por el propio gremio permite diseñar y adaptar las instalaciones específicamente a las necesidades de los afiliados, optimizando los espacios para:
- Asesoramiento Legal y Gremial: Disponer de oficinas adecuadas para consultas sobre convenios colectivos, sueldos, condiciones laborales y representación legal.
- Servicios de OSPRERA: Coordinar de forma más eficiente la gestión de la Obra Social, fundamental para la salud de las familias rurales.
- Capacitación y Formación: La posibilidad de incorporar salas de usos múltiples permite a la delegación local ofrecer cursos y talleres de capacitación, actualizando las habilidades del personal rural de la región, una demanda constante del sector.
Además del beneficio operativo inmediato, la decisión de invertir en sedes propias es una política de gestión sindical que apunta a «seguir ampliando el patrimonio de nuestra organización». En un contexto económico fluctuante, la adquisición de bienes inmuebles es una estrategia sólida para proteger los fondos de los afiliados contra la depreciación, asegurando recursos a largo plazo para sostener las prestaciones y la estructura gremial.
Este proyecto sigue una línea de acción ya vista en otras delegaciones regionales, donde la compra de inmuebles ha sido celebrada como un signo de la recuperación de activos sindicales en beneficio directo de la base trabajadora. Para los afiliados de Bahía Blanca y sus alrededores, la nueva sede propia se traduce en una certeza: la Unión estará allí de manera permanente, con un espacio diseñado para sus necesidades y con la solidez institucional de un patrimonio sindical consolidado.
