
La idea es que el paro incluya marchas y movilizaciones en distintos puntos del país, con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires. «Si el Presidente cree que va a avanzar con la reforma laboral, se va a encontrar con millones de trabajadores en las calles», advirtió el dirigente.
En particular, la CGT rechaza los proyectos que apuntan a la flexibilización laboral y la eliminación de las indemnizaciones. «Esto no es otra cosa que un retroceso para todos los trabajadores del país. No podemos dividirnos. Ahora más que nunca, necesitamos estar juntos para defender los derechos que conquistamos durante décadas», remarcó.
Moyano señaló que la sociedad «perdió más del 15% del poder adquisitivo» durante los últimos meses, pero el Gobierno «sigue pensando en beneficiar a los sectores financieros en lugar de resolver las necesidades de la gente». «La inflación está golpeando día a día a los trabajadores, que ya no pueden sostener el nivel de vida básico. Es urgente que se tomen medidas para frenar este deterioro», sostuvo.
«Esto no es solo un paro, es una movilización en defensa de la dignidad de los trabajadores. Queremos que el Gobierno y la sociedad entiendan que no vamos a quedarnos de brazos cruzados», concluyó.