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Conmoción en Bahía Blanca: Multitudinaria Marcha de Velas Exigió Justicia por Myriam y Mariana

A una semana del brutal doble femicidio que sacudió al barrio Thompson y conmovió a toda la ciudad, cientos de vecinos marcharon en silencio portando velas para reclamar justicia por Adriana Myriam Velázquez (52) y su hija Mariana Belén Bustos (25), mientras la investigación avanza con un familiar detenido como principal sospechoso.


 

La llama de la indignación: el grito de «Ni Una Menos» en la Plaza Rivadavia

 

Bahía Blanca vivió una jornada cargada de dolor y reclamo. A una semana exacta del atroz crimen de Adriana Myriam Velázquez y Mariana Belén Bustos, madre e hija que fueron halladas calcinadas en su vivienda, cientos de personas se movilizaron en una emotiva marcha de velas que partió desde la plaza principal de la ciudad.

El encuentro, impulsado por familiares y amigos, buscó no solo exigir celeridad a la Justicia y el esclarecimiento del doble femicidio, sino también ofrecer un acompañamiento social a la familia, devastada por la tragedia. Los asistentes, en su mayoría vestidos de negro o portando remeras con las imágenes de las víctimas, recorrieron en silencio el perímetro de la plaza, transformando la noche en un doloroso pedido de «Ni Una Menos».

Uno de los momentos más conmovedores fue la lectura de una carta por parte del hijo de Myriam y hermano de Mariana, Leandro Bustos. Con la voz quebrada por la emoción, leyó también los mensajes de los nietos y sobrinos de las víctimas, cuyas palabras conmovieron hasta las lágrimas a los presentes: “Las amo para siempre, con todo mi corazón. Me duele el corazón”, fue uno de los fragmentos que resonó en el lugar, visibilizando el impacto irreparable que el crimen dejó en el círculo íntimo.

 

Detalles escalofriantes: la trama del crimen que investiga la UFIJ N°5

 

El doble femicidio ocurrió en la madrugada del miércoles 8 de octubre en una vivienda del barrio Thompson, sobre la calle Santa Fe al 2300. Los cuerpos de Myriam y Mariana fueron encontrados calcinados tras un incendio, pero la autopsia preliminar, aunque dificultada por el estado de los restos, sugirió que las víctimas habrían sido asesinadas antes de que se iniciara el fuego. La hipótesis de la fiscalía apunta a que la escena del crimen fue intencionalmente alterada para borrar evidencias.

Vecinos declararon haber escuchado una o dos detonaciones, similares a disparos, alrededor de las 22:30 horas del día anterior, y haber visto a un hombre robusto, con casco y a bordo de una motocicleta, retirarse del lugar cerca de las 23:00. Pocos minutos después, el fuego comenzó a consumir la casa. Un elemento clave en la investigación fue el hallazgo de la motocicleta de una de las víctimas dentro de la casa y sin la tapa del tanque de nafta, lo que sugiere que el combustible del vehículo fue utilizado para avivar las llamas.

El Fiscal Jorge Viego, a cargo de la UFIJ N°5, ha centrado la investigación en el entorno familiar y de conocidos de las víctimas.

 

El giro de la investigación: un familiar detenido y antecedentes de violencia

 

Las pericias y los testimonios de los vecinos condujeron a un giro crucial en la causa. A tan solo 48 horas de los hallazgos, se logró la detención de un familiar de las víctimas, identificado como M.V., primo de Adriana y tío de Mariana. El allanamiento se realizó de urgencia en el paraje Calderón ante el temor de una posible fuga.

El detenido, cuya identidad se mantiene bajo reserva por el momento, admitió ante la justicia haber estado en la casa durante la tarde del martes, aunque negó rotundamente cualquier participación en los hechos. Sin embargo, su coartada y las pruebas reunidas, incluyendo la descripción de la motocicleta y del sospechoso visto por testigos, lo colocan en el centro de la escena. La Fiscalía espera ahora los resultados definitivos de las autopsias, así como de las pericias químicas y de criminalística, para terminar de conformar el cuadro probatorio.

Por su parte, Leandro Bustos, hijo y hermano de las mujeres, había alertado a la prensa sobre los antecedentes de violencia: «Hubo una clara intencionalidad, había ataques previos, amenazas y denuncias. Mi mamá y mi hermana tenían miedo», aseguró, remarcando que Mariana «vivía para proteger a mi mamá». Este dato refuerza la línea de un doble femicidio premeditado y pone en evidencia el historial de violencia de género que muchas veces precede a estos crímenes.

La comunidad bahiense exige que el doble femicidio de Myriam y Mariana no quede impune, mientras la Justicia se apresura a armar el rompecabezas de una tragedia que desnuda la urgencia de combatir la violencia machista.

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