
Funcionarios del Pentágono confirmaron que China ocultó el hundimiento de su submarino nuclear más moderno a principios de este año en el astillero de Wuchang. Esto no sólo supone un problema para Beijing, en términos de renovar su flota, sino para la comunidad internacional por tratarse de un peligro radiactivo.
Las autoridades del país asiático se negaron a hacer cualquier tipo de declaración respecto al incidente pese a la insistencia de los medios estadounidenses. En ese sentido, los expertos sugieren que, con este silencio, pretenden mantener en secreto sus estrategias de expansión militar.
Explican que este hecho pone en duda los estándares de calidad de la Armada del Ejército Popular de Liberación.
Si bien no se pudo confirmar que el vehículo transportara combustible nuclear al momento de su colapso, los analistas consideran que es altamente probable, lo que incrementa las preocupaciones sobre el ambiente. Al respecto, creen que existe un riesgo potencial de contaminación.